domingo, 1 de diciembre de 2019

El Simeone torreño revolucionó el Cotillas


     Cuatro derrotas consecutivas fuera de casa fueron el detonante, al término de la jornada vigésimo primera de la campaña de 1994/1995, para que el presidente del Cotillas, Joaquín Cantero Hernández, llamara la atención a su entrenador Juan Lorenzo Orellano Liza y a algunos jugadores de la plantilla anunciando medidas drásticas. El equipo se encontraba segundo en la clasificación en la categoría de Territorial Preferente a un solo punto del líder.

     La junta directiva, con su máximo mandatario al frente, pensó que el conjunto torreño no estaba dando los resultados que se esperaban y de haber estado como líder indiscutible, el Cotillas había entrado en una dinámica negativa pudiendo alejarse de los puestos de ascenso a Tercera División. Tres días más tarde, después de la dimisión de Liza, la A.D. Cotillas C.F. había encontrado nuevo entrenador, su nombre: Francisco Ruiz Salinas, conocido futbolísticamente como “Paco Porrinas”, el “Cholo Simeone torreño”.

     Porrinas, un técnico con una dilatada carrera deportiva y que era bien conocido por la afición de Las Torres ya que había vestido la camisola roja en la campaña de 1975/1976. Su trayectoria como entrenador había pasado por: Lorca Deportiva, en Segunda División “B”, el Mármol Macael, en Tercera División, con cuyo equipo jugó la liguilla de ascenso a Segunda División “B” y la Copa del Rey, y el Motril y A.D Adra de Tercera División. Llegaba un hombre de mucha experiencia y en el que la afición torreña confiaba ciegamente, creyendo que podía aportar muchas cosas al equipo para poder retomar el mando de la clasificación.

     El nuevo entrenador del Cotillas había cogido al equipo con mucha ilusión y él mismo se la transmitió a sus jugadores pasando de un primer sistema de juego técnico y preciosista a otro mucho más disciplinado basándolo en la agresividad, la garra, el trabajo constante y duro como principales armas, consiguiendo la efectividad total en los resultados finales.

     Tanto jugadores como afición, directiva y medios de comunicación creyeron en el técnico del momento, Paco Porrinas, cogió el relevo de Liza incrementando así los excelentes guarismos que se habían registrado en la primera vuelta. La consecuencia fue la proclamación como campeón de Territorial Preferente de la A.D. Cotillas C.F. ascendiendo por la puerta grande a Tercera División. Los números lo dijeron todo, 53 puntos reales y 17 positivos, complementándolo como máximo goleador (93 goles) y menos goleado (30 goles).

     Porrinas recibió el premio del ascenso y no fue otro que la renovación por el cuadro de Las Torres de Cotillas para la temporada de 1995/1996, pero eso ya es otra historia y de las grandes.

Fuente: Faustino Rosauro Fernánddez
Fotos: F.R.F. / Archivo

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