Cuatro derrotas consecutivas fuera
de casa fueron el detonante, al término de la jornada vigésimo primera de la
campaña de 1994/1995, para que el presidente del Cotillas, Joaquín Cantero
Hernández, llamara la atención a su entrenador Juan Lorenzo Orellano Liza y a
algunos jugadores de la plantilla anunciando medidas drásticas. El equipo se
encontraba segundo en la clasificación en la categoría de Territorial
Preferente a un solo punto del líder.
La junta directiva, con su máximo
mandatario al frente, pensó que el conjunto torreño no estaba dando los
resultados que se esperaban y de haber estado como líder indiscutible, el
Cotillas había entrado en una dinámica negativa pudiendo alejarse de los
puestos de ascenso a Tercera División. Tres días más tarde, después de la
dimisión de Liza, la A.D. Cotillas C.F. había encontrado nuevo entrenador, su
nombre: Francisco Ruiz Salinas, conocido futbolísticamente como “Paco
Porrinas”, el “Cholo Simeone torreño”.
Porrinas, un técnico con una dilatada
carrera deportiva y que era bien conocido por la afición de Las Torres ya que
había vestido la camisola roja en la campaña de 1975/1976. Su trayectoria como
entrenador había pasado por: Lorca Deportiva, en Segunda División “B”, el
Mármol Macael, en Tercera División, con cuyo equipo jugó la liguilla de ascenso
a Segunda División “B” y la Copa del Rey, y el Motril y A.D Adra de Tercera
División. Llegaba un hombre de mucha experiencia y en el que la afición torreña
confiaba ciegamente, creyendo que podía aportar muchas cosas al equipo para
poder retomar el mando de la clasificación.
El nuevo entrenador del Cotillas había
cogido al equipo con mucha ilusión y él mismo se la transmitió a sus jugadores
pasando de un primer sistema de juego técnico y preciosista a otro mucho más
disciplinado basándolo en la agresividad, la garra, el trabajo constante y duro
como principales armas, consiguiendo la efectividad total en los resultados
finales.
Tanto jugadores como afición, directiva y
medios de comunicación creyeron en el técnico del momento, Paco Porrinas, cogió
el relevo de Liza incrementando así los excelentes guarismos que se habían registrado
en la primera vuelta. La consecuencia fue la proclamación como campeón de
Territorial Preferente de la A.D. Cotillas C.F. ascendiendo por la puerta
grande a Tercera División. Los números lo dijeron todo, 53 puntos reales y 17
positivos, complementándolo como máximo goleador (93 goles) y menos goleado (30
goles).
Porrinas recibió el premio del ascenso y
no fue otro que la renovación por el cuadro de Las Torres de Cotillas para la
temporada de 1995/1996, pero eso ya es otra historia y de las grandes.
Fuente: Faustino
Rosauro Fernánddez
Fotos: F.R.F. / Archivo
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