En la temporada de 1995/1996 el Cotillas
seguía batiendo records, a la chita callando, y sin objetar en la gesta que
suponía ser el equipo menos batido de todo el fútbol en categoría nacional, los
torreños estaban escribiendo una bella página en su historia. Cuando se
llevaban disputadas diecisiete jornadas de liga en Segunda División “B” y
Tercera División, dieciséis en Segunda División “A” y quince en Primera
División, el conjunto cotillense era el equipo que menos goles había encajado,
solo seis, junto a la Gimnástica de Torrelavega (líder en el grupo cántabro) y
Manchego de Ciudad Real (vicelíder del grupo castellano-manchego), todos de
Tercera División, sobre un total de cuatrocientos sesenta y dos equipos. De los
seis goles encajados por el Cotillas, cuatro habían sido en su feudo y dos en
campo foráneo.
El cuadro rojillo estaba en boca de todos,
el aficionado de la región era consciente de ello y ya en el resto de España se
oían los ecos de que un equipo de fútbol de la Comunidad de Murcia era el menos
goleado de las cuatro grandes divisiones de una de las ligas más competitivas
de todo el mundo.
Las rachas se crean y también se
destruyen. Si el Caravaca fue el primer verdugo, el Águilas fue su segundo
ejecutor. El conjunto aguileño llegó a Las Torres después de la resaca de reyes
y con el comienzo de la segunda vuelta del campeonato. Dos goles de Álvarez y
Chupi fueron suficientes para romper la excelente trayectoria del equipo
torreño en su terreno de juego, donde llevaba veinte meses sin ser batido en
partidos de competición oficial. Ese día el Cotillas perdió por 0-2.
Fuente: Faustino Rosauro
Fenández
Foto: Archivo
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